La princesa y el jardín de los sueños

La princesa llevaba una creciente curiosidad; desde muy joven, sus padres le contaban historias de un legendario lugar conocido como el Jardín de los Sueños. Era un lugar donde todos tus sueños se hacían realidad. Estas historias hicieron que la princesa se sintiera inspirada y decidida a encontrar y descubrir el misterioso jardín. Y así, un día emprendió su aventura al Jardín de los Sueños. Una vez que el rey de la tierra decidió organizar la boda de su hija – la princesa – organizó una gran fiesta para celebrar el momento. Al llegar la noche, el rey decidió enviar a la princesa y sus invitados a un maravilloso lugar, un paraíso que había creado en los confines de sus tierras: Jardín de los Sueños.

Cuando la princesa se encontró frente al Jardín de los Sueños, se quedó sin palabras. Sus ojos se iluminaron con la estrella de la luz de la luna de esa noche. Era un lugar tan increíble que había que verlo para creerlo.

Entre árboles altísimos y plantas exóticas, se encontraba un recorrido angelical deuna cascada de agua que del cielo caía con tanta tranquilidad como el brillo que emitían las flores en forma de estrellas bailando al compás de una armonía celestial.

La princesa caminaba lentamente alrededor del jardín maravillándose del mundo mágico que se desplegaba ante sus ojos. Mientras tanto, sus invitados se deleitaban con los aromas de la naturaleza de este parque de ensueño.

Minutos más tarde, después de recorrer el Jardín de los Sueños, la princesa se enamoró profundamente de él. No podía creer que aquella creación divina existiera. Se quedó en éxtasis, tratando de memorizar cada detalle de aquel jardín encantador.

Esta atmósfera de paz se extendió por varias horas más. La luna, tratando de ver hacia dónde se dirigía la princesa seguía acompañándola. de vez en cuando pararon, entrando en una cueva donde decenas de animales les mostraban su magia y entendimiento.

Continuaron su recorrido, encontrando jardines hechos de algas marinas donde la luz de la luna se reflejaba. Un río cristalino fluyendo entre rocas coloridas coronaba el maravilloso paisaje.

Al llegar al final del jardín, la princesa encontró un hermoso rosal: una mezcla de distintas flores de todos los colores imaginables. A cada paso, el jardín nos sorprendía más.

De regreso al castillo, la princesa recordaba cada momento vivido en el jardín de los sueños. Y aún hoy, cada vez que la princesa de los recuerdos se encuentra frente a un lugar para descansar, ella sonríe recordando el lugar más bello que había visto en toda su vida. Porque ella sabe que siempre querrá volver a ese Jardín de los Sueños. Con una sonrisa encantadora, la princesa salió del jardín de los sueños y seguía soñando con la paz y la libertad. Sin embargo, el mágico cuento de la princesa y el jardín de los sueños seguirá viviendo dentro de nosotros para siempre.