La princesa y el baile de la medianoche

En la mágica noche de la galaxia, existía una bella princesa con un solo deseo: poder bailar hasta el amanecer sin que nadie la reconociera. Sus padres la habían prohibido, ya que no era apropiado para una princesa exponerse a la música desenfrenada que reinaba en la fiesta. Sin embargo, cada noche la princesa soñaba con asistir al Baile de la Medianoche que se llevaba a cabo en el castillo más allá de los límites de su reino. ¿Conseguirá la princesa su sueño? ¿Qué sucederá cuando se atreva a moverse al ritmo de la música? La luna brillaba en el cielo estrellado invitando a los amantes a encontrarse debajo de ella. La princesa estaba sentada en el jardín de su castillo mirando la puesta de sol y soñando con un futuro mejor y más emocionante que su actual vida.

Cuando la oscuridad cubrió todo el paisaje, la princesa escuchó un suave tintineo por encima de los sonidos nocturnos. Con cautela, ella torció la cabeza hacia arriba tratando de descifrar la procedencia del sonido misterioso.

Justo en el medio de la luna, la princesa vio una escena imposible. En el cielo había un increíble baile en pleno vuelo con músicos que flotaban libremente a sus alrededores. Esta escena deslumbrante la dejó sin aliento.

Ella se levantó e inmediatamente nos movió hacia el lugar desde donde la hipnotizante música le estaba llamando. Llegó a un pequeño prado y allí su sorpresa fue aun mayor. Sus ojos no podían creer lo que estaban viendo.

Todas las hadas, duendes y criaturas mitológicas estaban bailando y formando un magnífico arcoíris de luz. Todos los seres imaginables lucían hermosos de lo más variado y bello en una hermosa coreografía de colores.

Ella permaneció ahí durante horas simplemente observando y admirando el milagro celestial. Se sintió atraída hacia el baile como si cada paso se le hubiera sido dictado por la luna.

Sin ninguna prudencia, ella se unió al baile. Estaba asombrada de lo bien que se le daba moverse junto con los demás. Parecía como si el baile fuera una parte natual de ella y se estaba uniendo a las criaturas de la magica medianoche.

La princesa se sorprendió al descubrir su auténtica libertad que tanto había buscado por tanto tiempo. El baile era la libertad y su destino.

Todo parecía una eternidad pero el tiempo finalmente transcurrió. Lentamente la luna comenzó a desvanecerse en el horizonte. A lo lejos, la princesa escuchó el llamado de las hadas que anunciaban el adiós de la magia nocturna.

Mientras el baile se marchaba, la princesa se quedó ahí parada con una única idea: “El baile de la medianoche fue mi destino y mi libertad”. Y así, La princesa fue a su baile de medianoche, bailando, sonriendo y fluyendo con la música. Mientras acariciaba la suave conciencia de la noche, se dio cuenta de que, aún sin el príncipe, no necesitaba a nadie más para sentirse increíblemente feliz. Y la luz de la luna quedó iluminando la antigua sala de baile mientras la princesa sonreía con alegría. ¡Esta fue la emocionante historia de la Princesa y el Baile de la Medianoche!