La Estrella Polar, del misterioso espacio del universo, representa un punto de luz que brilla más allá de todos los cielos. Aunque se encuentra en el límite de lo que el ojo humano puede ver, este intrínseco destello nos conecta con el vasto e inabarcable mundo de las galaxias. Para los aventureros curiosos, La Estrella Polar les trae secretos al borde del descubrimiento, con una fascinante mirada a la magia que hay en el espacio. ¡Prepárate para viajar a un lugar donde lo imposible es posible! Culminaba una apacible tarde cuando un niño llamado Timótico se asomó por la ventana mirando al cielo. El resplandeciente universo le llamó mucho la atención y comenzó a preguntarse acerca de lo que se encontraba tras el horizonte.
En silencio, Timótico pensó en una estrella que no pararía de brillar y quiso descubrirla. Así que le pidió a su mamá que le llevara al lugar. Mamá accedió y, después de las meriendas, los dos partieron hacia el cielo.
Durante el viaje, Timótico escuchó la voz de una viejecita que le estaba contando sobre la famosa Estrella Polar. Ella decía que la estrella se encontraba allí desde hace muchos mantenía al universo unido.
Finalmente llegaron al destino. Allí Timótico vio la Estrella Polar brillando más que todas las demás estrellas y se quedó impresionado. La viejecita se acercó y le dijo:
“Timótico, tu eres lo mismo que la Estrella Polar. Estás llamado a brillar con todo tu corazón y a unir el mundo con tu amor”.
Timótico comprendió el mensaje aquella tarde, se levantó y comenzó a brillar. De ahí en adelante el universo estuvo unido gracias al brillo de la Estrella Polar, el cual recordaba a Timótico de que nada es más importante que el amor. La Estrella Polar seguía siendo brillante en el cielo, recordando la aventura que los chicos recorrieron al explorar el Universo. Como para cerrar la historia, una frase para recordar la maravilla de la Galaxia, “Tus sueños son los límites de lo que el Universo te ofrece”.