La noche era oscura y sin luna; unos cuantos destellos de estrellas decoraban el cielo. Los niños se asomaban al patio, ansiosos por ver a la estrella fugaz. ¡Ahí estaba! Un balón de fuego cruzando el firmamento, dejando tras de sí un rastro de luz. Los niños aplaudían y cantaban de emoción, guiados por la luz de la estrella fugaz. ¡Era el comienzo de una aventura espacial! .
El pequeño Miguel siempre había vivido bajo el manto de la galaxia. Él miraba con asombro y admiración desde su balcón el anochecer, los millones de estrellas brillando con una fuerza mas allá de la inmortalidad, su alma se desbordaba mientras tantos colores se manifestaban y el universo pulsaba a sus pies. Miguel siempre había soñado en el viaje a lo infinito.
Un día, después de la cena, Miguel se sentó en el balcón con su padre esperando ver algo sorprendente, cuando un destello cortó el cielo y se convirtió en una estrella fugaz. Miguel explotó de emoción, convencido de que era una señal de que sus sueños eran reales.
” Papá, ¿Creés que yo también pueda visitar la galaxia? – preguntó Miguel.
Su padre lo miró con dulzura y le contestó: “No lo sé pequeño, pero si trabajas mucho, esforzándote y estudiando, puede que ese sueño se haga realidad”.
Miguel se fue a dormir profundamente inspirado y dispuesto a cumplir su sueño.
Durante los siguientes meses, trabajó incansablemente. Estudió mucho durante su escuela y hacía trabajos extra para ganar dinero y ahorrar para su viaje. Después de mucho tiempo de preparación, Miguel hizo su sueño realidad.
Viajó a la galaxia, volando, sintiendo el canto de las estrellas que respiraban la vida. Una emoción profunda envolvió su corazón mientras veía la majestuosidad del universo. Él no había conocido nunca un lugar como este, uno de esperanza, alegría y felicidad.
De regreso en la Tierra, Miguel sintió una inmensa gratitud y sabiduría gracias a su viaje a la galaxia. Compartió un mensaje con todos los habitantes de la Tierra: “No hay nada imposible, solo hay que trabajar duro para lograr los sueños”.
Miguel volvió a mirar al cielo, una vez más fascinado por la galaxia. Y entonces, descubrió una hermosa estrella fugaz que recorrió el cielo mientras lo irradiaba con esperanza. Mientras La estrella fugaz soñaba su camino hacia el universo, desde entonces todos aquellos que veían la estrella, soñaban también. ¡¡El universo siempre trae consigo un hermoso mensaje de esperanza y de aventura!! ¡¡Y este fue el caso de La estrella Fugaz!!