El pase mágico

Una vez, había un niño llamado José que siempre había soñado con jugar al fútbol con los mejores del mundo. Todo comenzó cuando su abuela le contó una historia acerca de “El pase mágico”. Esta era una bonita y misteriosa leyenda que decía que un jugador de fútbol que poseyera el ‘pase mágico’, podría saltar sobre un parche de hierba y estar inmediatamente en el lugar donde desee jugar. ¿Estaría habilitado José para encontrar el misterioso ‘pase mágico’? ¡Ya veríamos! .

Eric era un fanático del fútbol. Desde muy pequeño sabía que quería convertirse en un gran jugador de fútbol, y se entrenaba durante horas cada día para perfeccionar su habilidad con el balón. Su objetivo era convertirse en famoso, y podía sentir cada vez más cerca el momento en que su sueño se haría realidad.

Una mañana de fin de semana, Eric se despertó con una extraña sensación. Tiene algo especial para hoy. Se levantó deprisa de la cama y se preparó para el día. Estaba nervioso por algo, algo más que el partido de fútbol que jugaría durante la tarde.

Cuando salió de su casa, vio una camioneta antigua estacionada afuera. Le preguntó al dueño, un señor de edad que pareció conocerlo. El anciano le dijo a Eric que había subido al camión para entregarle un regalo de alguien que vive a miles de kilómetros de distancia.

Eric abrió el regalo y se encontró con un par de zapatos de fútbol con luces brillantes y un cuero suave. Los zapatos estaban envueltos en una carta, que decía: “Este es el pase mágico para tu futuro. Cada vez que entre al campo de fútbol con estos zapatos puestos, serás un gran jugador de fútbol”.

Eric no podía creerlo. Inmediatamente se puso la zapatos y fue corriendo al partido. Con tanta emoción, no parecía importarle si habían hecho el regalo realmente para él o no.

Durante el partido, Eric marcó seis veces. Estaba corriendo todas las jugadas con mucha rapidez y fuerza. Cada vez que hacía el gol, el ambiente estallaba en el estadio.

Cuando el último gol llegó, los espectadores empezaron a gritar, aplaudir y lanzar pirotecnia. Todo el estadio olvidó que era un partido de fútbol y lo que veían era a un joven jugador de dieciocho años habrir con éxito el camino hacia su futuro.

Eric comprendió que aquel regalo era mucho más que unos simple zapatos. Le había dado la esperanza, la motivación y el impulso para seguir luchando hacia su sueño. Él sólo tenía que encontrar el coraje y la fe en sí mismo para no dejarse vencer por los temores de los demás.

Cuando Eric volvió a casa esa noche, estaba orgulloso por ese leccion que había aprendido. A partir de ese día, puso los zapatos cada vez que iba al campo de fútbol.

No importaba si ganaba o si perdía, Eric sabía que estaba haciendo todo lo posible para convertirse en un gran jugador de fútbol. El pase mágico había sido el regalo de aquel anciano para él, y él entendió el verdadero valor de la fe, la determinación y el tesón para alcanzar sus sueños. El pase mágico de Lucas había dado resultado, todos sus amigos y él estaban orgullosos del logro que habían conseguido. Los cuatro amigos se abrazaron y saludaron con una promesa: el próximo logro grupal será todavía más grande. Lucas sabía que con perseverancia y el pase mágico de amistad, cada uno podía hacer que sus sueños se hicieran realidad. Mirando al cielo Lucas pensó: con amigos, el mundo del fútbol es completamente mágico.