Érase una vez, un joven llamado El Jugador Invisible, quien gustaba de jugar al fútbol y aprender las habilidades y las tácticas necesarias para convertirse en un jugador experto. Aunque El Jugador Invisible no tenía un equipo, su amor por el fútbol era inmenso y no le importaba nada más. Estaba decidido a demostrar su valía en el campo de juego. “El jugador Invisible”
Un hermoso día a los pies de las montañas, Charlie, un niño de ocho años, estaba jugando con sus amigos en la plaza pública. Carliy había soñado con convertirse en un gran jugador de fútbol algún día y, sus amigos ya sabían de esta aspiración.
Jugaron la cancha hasta bien tarde y todos estaban exhaustos. Mientras se preparaban para salir, Charlie notó algo extraño. Había un jugador entre ellos que nadie habían visto.
“Él no habla, pero nadie se da cuenta.” Pensó Charlie.
El niño fue el único que parecía haber notado la presencia del jugador. Asombrado por lo que había visto, Charlie se acercó al joven desconocido.
“Hola, quieres jugar?” Preguntó Charlie.
“Oh sí”, respondió el joven con una voz suave.
Se dio cuenta de que el extraño no tenía un balón de fútbol, así que le dio su propio y todos comenzaron a jugar. El extraño mostró sus habilidades excepcionales y pronto los demás comenzaron a mirarlo con admiración.
En poco tiempo, el joven extraño había convertido lo que era sólo un juego normal en algo increíble. Charlie estaba asombrado por la genialidad de este desconocido.
En un último intento de gol, el desconocido corrió con el balón hasta el otro extremo del campo, saltó en el aire, haciendo un giro perfecto para detener el balón y marcar el gol.
Todo el mundo quedo boquiabierto y el desconocido desapareció antes de que pudieran decir una palabra.
Algunos de los presentes creían que habían visto a un ángel en la tierra, mientras que otros pensaron que habían visto un espíritu. Algunos todos creían que el desconocido había sido emitido por el propio dios del fútbol.
No importa lo que crean los demás, Charlie siempre recordará a esta persona especial como el jugador invisible. El increíble jugador de fútbol que llegó como una sorpresa y cambió la perspectiva de Charlie y sus amigos sobre el juego.
El mensaje de esta historia es que todos tenemos habilidades únicas. Algunas veces, incluso un joven desconocido puede ser alguien que nos enseñe lecciones importantes.
Fin. ¡Así que, la lección que El Jugador Invisible nos enseña es que todos somos importantes por igual, tanto en el equipo como fuera de él! ¡No importa la posición que ocupes o cuáles sean tus limitaciones, tu esfuerzo siempre importa! Por lo tanto, ¡humanos, corred y diviértanse jugando al fútbol como un escuadrón!