El gol de la gloria

Un día cálido de verano, el sol brillaba con fuerza en el cielo azul. Los niños corrían por los pastos verdes mientras se divertían jugando al fútbol. Estaban en plena partida cuando sucedió algo increíble: el gol de la gloria. Esta es la historia de cómo un pobre muchacho logró resistir la presión y ganar el partido para su equipo. Felipe corrió gruñendo enfurecido hacia el campo de fútbol. Era un día soleado como ningún otro, y todos los niños que estaban del otro lado del campo miraron al joven que hacía un entrenamiento en solitario.

Había tenido una discusión con sus amigos por la mañana y había decidido entrenar para distraerse. No sabía dónde encontraría el estámago de emprender algo drástico. Por un lado, quería disculparse con sus amigos, por otro, no estaba dispuesto a regresar a casa sin un triunfo.

Mientras corría con fuerza, pensó en lo que necesitaba hacer para lograr el triunfo. Dio vueltas y vueltas a la idea, hasta que se detuvo frente al arco. Por primera vez, comprendió.

Entonces, se movilizó con toda su energía. Corrió por el campo, jugó con la pelota como nunca antes y comenzó a aproximarse a la mejor forma para presentar la jugada. Luego, se detuvo y miró con fijeza al arco enfrente de él. Esta vez, estaba preparado.

Se concentró con los ojos cerrados, todavía agarrando la pelota con fuerza. De pronto, se lanzó el balón frente al arco en el mismo instante que echó a correr. Trazando una línea recta, vio como el balón volaba por el aire hasta estrellarse contra el poste y desviarse dentro del arco. Un grito de alegría estalló desde los alrededores.

Un minuto después, Felipe se encontraba recibiendo felicitaciones por su hazaña. Sus amigos, sus compañeros de equipo y los aficionados que se encontraban ahí, todos fueron testigos de su gran gol de la gloria.

Unos meses más tarde, Felipe ya había olvidado el incidente. Pero cada vez que este volvía a jugar al fútbol, recordaba con orgullo el momento en el que su gol significó mucho más que el simple triunfo en un partido. Recordaba el gol de la gloria. Con el gol de la gloria, el equipo de jóvenes futbolistas había logrado una victoria inolvidable. ¡Todos cantaron en coro y abrazaron la gloria de este logro! De esta forma, la lección de la importancia de la determinación, el trabajo en equipo y el esfuerzo fue aprendida de una forma inolvidable. ¡Gracias al glorioso gol de la gloria!